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sábado, 14 de junio de 2014

Colombia y Grecia, el mundo de los opuestos

Belo Horizonte, 14 de junio (Télam, por Sebastián Agostoni, enviado especial). El planeta futbolístico muchas veces muestra las dos caras de la moneda. Y el Mundial Brasil 2014 ratificó esta premisa, al menos en la previa del partido entre Colombia y Grecia. 
Es que los hinchas colombianos "coparon" Belo Horizonte desde el jueves, con la llegada de su seleccionado, mientras que los griegos, en un número muy inferior, recién aparecieron hoy. 
Lógicamente influyó la distancia que separa a uno y otro de Brasil, pero siempre Europa fue más sólida que Sudámerica, al menos desde lo meramente económico. Pero la crisis que atraviesa el `Viejo Continente`, que golpeó principalmente a Grecia, se reflejó, sin dudas, en suelo brasileño. 
La asignación de entradas, que atravesó cuatro fases, ya fue un indicador de lo que se vería hoy en el coqueto y remodelado estadio Governador Magalhaes Pinto, más conocido por el Mineirao, ubicado en el barrio residencial de Pampulha, con capacidad para 58.170 espectadores, que lució repletó, con entradas agotadas. 
Ni hablar los últimos tres días, con una numerosa cantidad de colombianos merodeando las adyacencias del estadio en la búsqueda desesperada de tickets para el debut mudialista ante los griegos, con carteles colgados del cuello con un mensaje en tres idiomas: "Busco entradas, preciso de bilhetes, need tickets", y dispuestos a pagar hasta 3 mil dólares por un boleto, que es precio alcanzado en el mercado de la reventa. 
Así, las camisetas amarillas y azules colorearon el paisaje aledaño a la cancha; los hinchas embanderados se agruparon ante las decenas de cámaras televisivas que transmitieron en directo la previa del debut y los restaurantes cercanos agotaron sus alimentos frente a la demanda de los colombianos, mientras que no se mostró ni un solo griego. 
 Esa ola `cafetera`, que comenzó el jueves y que siguió ayer, se consolidó hoy cuando desde las 9 de la mañana el amarillo y azul tiñó el Mineirao; mientras que cerca de las 11 empezaron a verse algunas camisetas griegas. 
Los hinchas de ambos países se sacaron fotos, se filmaron, dieron notas periodísticas a los distintos medios locales e internacionales, bebieron mucha cerveza, y disfrutaron juntos de la fiesta mundialista. 
"Mis padres son griegos, yo nací en Grecia, pero de pequeño nos mudamos a Belo Horizonte. No puedo creer que ahora pueda ver a Grecia en un Mundial tan lejos de mi país. Solo mi tío vino de Atenas para ver el partido, es uno de los pocos que pudo porque la situación allá es muy complicada", le dijo a Télam un joven griego, quien estaba con toda su familia. 
Al lado, un grupo de cuatro compatriotas sostivo: "Vivimos en Nueva York y era una linda chance estar acá. Pagamos 2.500 mil dólares, cada uno, por los pasajes de avión, hotel y los tres partidos de la primera fase. Nos quedaremos hasta que Grecia sea eliminada del Mundial". 
Cerca del mediodía, a falta de una hora para el inicio del partido, la cancha empezó a tomar color y los colombianos llenaron el estadio de banderas, entre las que se destacó, una que rezaba "Colombia es tu país" y desplegaron varios carteles, donde el más llamativo fue uno que decía: "Viajamos 10 días en bus (micro) para verte, pero valió la pena el esfuerzo". 
Ante tantas camisetas amarillas -y menor medida azules- de Colombia, fue relamente muy difícil divisar las griegas, pero las hubo. Un puñado de no más de mil simpatizantes helénicos, en su mayoría que viven fuera de Grecia. 
Después llegó el tiempo de los himnos, donde los colombianos dejaron bien en claro, que en Belo Horizonte son locales. 
El Mineirao, de repente, se convirtió en el Campín de Bogotá, escenario habitual de los partidos por Eliminatorias Sudamericanas del equipo que dirige el argentino José Pekerman, quien fue ovacionado por casi todo el estadio. 
Por último la pelota empezó a rodar. Pero eso es otra historia. El Mundial por fin se instaló en Belo Horizonte, donde en una semana Argentina jugará con Irán, donde quedó claro que Colombia y Grecia, son el mundo de los opuestos. 

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